Facebooktwitterlinkedin

¿Alguna vez has sentido que actuabas buscando la aprobación de los demás? ¿Sigues sintiendo que necesitas que tus padres se sientan orgullosos de ti y de lo que haces?

La búsqueda de aprobación es un mal endémico de nuestra sociedad. En la mayoría de ocasiones surge en nuestra infancia, con la relación con nuestros padres y maestros, pero seguimos buscándola ya de adultos. En este post trabajamos en 6 claves para entenderla un poco mejor y ver de qué forma podemos lidiar con ella.

Clave número 1. Siempre buscamos la aprobación de nuestros padres.

De pequeños buscamos en los ojos de nuestros padres o maestros, si aquello que estamos haciendo bien está o no está bien. Ellos nos responden, en muchas ocasiones con sus emociones «qué contenta estoy de que hayas aprobado, te hayas portado bien». Entonces entendemos que esta es la forma de relacionarnos, nosotros actuamos, hacemos, vivimos, y los demás nos dicen si aquello que hemos hecho está o no está bien.

Es difícil encontrar en este mundo a alguien, que a cualquier edad no tenga la profunda necesidad de que sus padres estén orgullosos de él. Da igual que tengamos 15, 30, o 60, siempre que pregunto a un grupo de gente ¿quién sigue necesitando que sus padres estén orgullosos de él o de ella?, la mayoría levanta la mano.

Clave número 2. Y también la buscamos mucho más allá.

¿Pero qué pasa cuando seguimos relacionándonos con el mundo de esta manera? Cuando no aprendemos otra forma de relacionarnos con los demás, seguimos buscando aprobación. Cuando ya no hay padres o maestros, lo hacemos en nuestros amigos, en nuestras parejas, en nuestros superiores, o con las personas con las que trabajamos.

En vez de buscar nuestra propia aprobación, vamos buscándola en todos lados. Y cuando hacemos «cosas», lo hacemos para que les guste a los demás, creando expectativas ideales e irreales en nuestra cabeza de lo que va a pasar «después», de cómo nos agradecerán, nos querrán, o responderán ante eso que hemos hecho o decidido o preparado. Y ahí es cuando viene el chasco, cuando no coincide aquello que realmente pasa, con la película que te has montado en tu cabeza.

Clave número 3. Las redes sociales.

Y en la actualidad, este mal se extiende además a las Redes Sociales, esperamos que la aprobación se extienda además a nuestros seguidores, según el número de «likes» que recibimos. Incluso me he llegado a encontrar con una persona joven que afirmaba que su padre no lo quería porque no le daba «likes» a lo que publicaba en Redes Sociales.

Pero el amor, y la aprobación, son materias no cuantificables, por lo que te aseguro, que el número de likes no mide el amor. El amor se puede medir en los ojos de los otros, en su comportamiento global con nosotros, y sobre todo, el mejor indicador es cuando uno puede ser “más uno mismo” que nunca con esa persona, o cuando sus ojos te devuelven tu grandeza.

Clave número 4. Haz que la gente que te rodea se apruebe a sí misma.

Y aquí te pido tu ayuda. Acabemos con este terrible mal. Todos juntos podemos.

Especialmente si somos maestros, padres, hermanos e incluso con amigos. Somos los primeros que decimos “cómo me alegro de esto que te ha pasado”, o “qué orgullosa estoy de ti”. Y yo te invito a que ayudes a las personas a las que quieren a que se aprueben a sí mismos. Es difícil, a mí, que lo estoy practicando me cuesta a veces horrores pero cuando mis hijos hacen algo en la que buscan mi aprobación, yo les invito a que además se feliciten a sí mismos, y a que sientan su propio orgullo, y no el mío.

Clave número 5. Algunos te amarán por lo que eres, y otros te odiarán por exactamente lo mismo.

Tengo una muy buena noticia, una noticia liberadora. A partir de ahora puedes ser lo que quieras, porque nunca le vas a gustar a todo el mundo.

El “no” forma parte de la vida, y la probabilidad de síes no es muy alta. Por lo que si quieres muchos sí, tendrás que escuchar muchos nos. Y esto funciona en todos los ámbitos de tu vida, cuántos más síes quieras, cuánto más alto quieras llegar, más noes tendrás que escuchar. ¿Quieres la pareja perfecta? Tendrás que buscar mucho, y muchas posibles parejas, que a ti te gustarían te dirán que no, pero cuánta más gente conozcas, más probabilidades tendrás de encontrar a la persona perfecta.
¿Quieres el trabajo perfecto? Tendrás que buscarlo, enviar muchos currículums, y muchas veces te dirán que no, y otras serás tú la que dirás que no.
¿La empresa perfecta? Pues querida, querido, te lo voy a anunciando por propia experiencias, algunos fracasos tendrás que tener antes, y muchos noes de tus posibles clientes tendrás que escuchar, para encontrar tu propio éxito.

Clave número 6. Apruébate a ti mismo.

Este es el único criterio válido, contigo te acuestas contigo te levantas, contigo naciste, contigo morirás. Eres la única persona con al que vas a estar el resto de tu vida. ¿De verdad vas a pasar el resto de tu vida buscando algo que solo tú puedes proporcionarte de forma sólida y constante?
La única forma de aprobarte a ti mismo, es conocer en profundidad cuál son tus más profundos valores y sobre todo quién quieres ser, y de qué vas a estar orgullosa o orgulloso. Viviendo alineado, y convirtiéndote en quién realmente quiere ser te proporcionará una línea a seguir, para saber cuando tienes que rectificar o cuándo vas por buen camino.

Facebooktwitterlinkedin
Abrir chat